Todo empezo unos años atras, cuando mi abuelo me llevaba a pasear por el puerto.
Normalmente los domingos ibamos a casa de mi abuela a pasar el dia, y cuando llegaba, enseguida subia las escaleras para buscalo, cogiamos el salabre del todo a cien y emprendiamos camino hacia ese punto que me envenenaba, el varadero... Alli estaba en mi salsa, corretenado de una parte a otra, persiguiendo con mi salabre las lisitas que nadaban por los canales de desague, con toda la ilusion de coger alguna.Casi siempre volvia de vacio, pero el dia que pescaba alguna era el mejor dia de mi vida.
Cuando mi abuelo se cansaba de estar alli, nos acercabamos a la parte trasera de la lonja, donde el conocia a muchos de los que reparaban redes, otro mundo impresionante para mi, ya que me habia contado como se pescaban los barcos utilizando dichas redes, e incluso habiamos ido algun dia a la subasta de pescado.
Con el paso de los años este ritual se repetia cada domingo, incluido el de comprar chucherias a la vuelta.
Un dia, mi padre me compro el tipico set de pesca que vendian en algunos supermercados, que incluia una caña con carrete, un paquete de micro anzuelos, una boyita y algun que otro plomito. La semana siguiente de compralo, yo empece a decirle que me llevara a pescar, ya que me picaba la curiosidad de si con lo que venia en esa caja de plastico se podrian pescar peces como los que veia habeces entre los barcos del puerto.
Esa tarde fuimos a una zona del puerto donde normalmente pescaba la gente, saco la caña del coche y en ese momento estaba que me subia por las paredes de alegria, cuando la vi montada con la boyita y el anzuelo, no encontraba el momento en que estubiera en el agua, pero aun faltaba lo mas importante, el cebo...
Mi padre saco una bolsita del coche con masilla de harina y agua,que previamente habia preparado en casa y me dijo que eso era el cebo, yo lo miraba extrañado ya que alguna veces paseando con mi abuelo por alli, habia visto que la gente pescaba con sardina, gambas y gusanos,pero bueno...Me puso una bolita de masilla en el anzuelo y me lanzo la caña a un par de metros de las rocas, luego me dijo "cuando se hunda la bolla, empieza a recoger hilo con el carrete", y al poco tiempo la boya desaparecio de mi vista. En ese momento no sabia si subir la caña, bajarla, o darle vueltas a la manivela del carrete, pero mi padre que me vio indeciso cogio la caña y empezo a recoger hilo. Cuando vi la puntera de la caña doblada, sabia que algo habia picado y empece a gritar; un pescado, un pescado!!!.en el momento que salio ese lomo plateado del agua, me volvi loco, empece a subir por las piedras hacia el coche, donde teniamos un cubo con agua y me quede esperando que mi padre subiera con la caña y el pescado.Esos segundos se me hicieron eternos, pero cuando estaba alli me quede embobado mirando como desanzuelaba ese minisargo que para mi era el pez mas grande del mundo.Me pase media tarde alli mirandolo como nadaba dentro del cubo, hasta que mi padre se canso de estar pescando solo y nos fuimos a casa.
Al llegar a casa de mi abuela subi las escaleras lo mas rapido que pude con el sarguito dentro de una bolsa, fui a buscar a mi abuelo para enseñarle el pez tan grande que habia pescado y a partir de ese dia empezo la locura.
Muchos fueron los dias que me llevo mi padre a pescar con la minicaña, hasta que un dia mi abuela me regalo lo que llevaba todo un año pidiendo, una caña de pescar de las grandes.Por ese entonces ya tendria yo unos 10 u 11 años y me pasaba tardes enteras pescando en el puerto con mi nueva caña, me gastaba las 200pts que me daban cada fin de semana en plomos, anzuelos o quitavueltas porque perdia mas de los que tenia pero casi siempre me encontraba alguna linea perdida o de las que se caian entre la rocas.
Poco a poco fueron pasando los años, hablaba con los pescadores que me encontraba, descubri las revistas de pesca y mas tarde los foros, donde se me abrio todo un mundo nuevo con mil y un accesorios.
Alla por los 16 años, deje una temporada la pesca algo olvidada por la fiesta, que es cuando empece a salir mas por las noches y ya costaba levantarse por las mañanas, pero al final volvi otra vez al lio y a dia de hoy aqui sigo enganchado a este veneno que me llama a estar a orillas del mar.
A mis 22 años he probado varias modalidades de pesca con mejor o peor resultado,pero todas con una unica ilusion, la captura de ese gran pez que te deje temblando solo con ver la picada.
Mi nuevo reto a dia de hoy es el spinning, ya que es una modalidad que me llama la atencion por la movilidad y complejidad que le veo, pero no esta la cosa como para comprarse un equipo de buenas a primeras, asi que poco a poco os ire relatando en este nuevo rincon lo que voi comprando y mis pruebas en este mundo por decubir.
